El 11 de mayo del año 330, después de 40 días de fastuosas celebraciones, el emperador Constantino I el Grande inaguró una ciudad que llevaba su nombre: Constantinopla. Ese acto transcendental significó el punto de partida de la historia milenaria de una urbe de leyenda cuyos orígenes remotos residían en una colonia griega llamada Bizancio. Protegida por los poderosas murallas y erigida en un estratétigico emplazamiento a medio camino entre Oriente y Occidente. Constantinopla fue designada como una nueva Roma cosmopolita, temida y poderosa que superaría en esplendor hipódromo con un aforo de 100.000 espectadores y, sobre todo, la catedral de Santa Sofía, un prodigio arquitectónico a mayor gloria de la fe cristiana de que Constatinopla también fue emblema.

Temática: Historia | ISBN: 9786078641123 | (CAS) | Páginas: 144